La historia no solo se escribe en libros, también se graba en la piedra, fluye en el agua y se lee en el paisaje.
Las rocas nos hablan de tiempos remotos, no solo de sus orígenes, sino también de los cimientos de nuestra historia, pilares imprescindibles en la construcción de una sociedad que llega hasta nuestros días. El agua, con su ciclo eterno, ha moldeado valles, sustentado vida y acompañado a nuestros antepasados.